28 noviembre 2010

Richard Serra

Editado por vez primera en 2001, Editorial Nerea acaba de lanzar la segunda edición del libro Richard Serra, escrito por Mª Ángeles Layuno Rosas, profesora de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y Geodesia de la Universidad de Alcalá de Henares. Una estupenda oportunidad de conocer la obra de Serra, que acaba de ser galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2010. El libro incluye, acertadamente, una selección de escritos de Richard Serra y fragmentos de varias entrevistas realizadas al artista, lo que sin duda constituye un material poco habitual en este tipo de publicaciones y que resulta altamente esclarecedor para entender y analizar la obra del artista.

Innovador y polémico, la obra de Richard Serra (1939) se basa en el uso de formas geométricas abstractas y se encuadra
en el genérico posminimalismo desarrollado desde fines de los años
sesenta. Básicamente escultor, su extensa producción abarca diversos
géneros: escultura, obra gráfica y fílmica… En sus piezas escultóricas
destaca el interés por los materiales y procesos industriales,
explotando las posibilidades tectónicas del acero para construir piezas
«sin pedestal» que se acercan a la arquitectura en términos de escala y
tamaño. Piezas, muchas veces concebidas específicamente para lugares
concretos, que aspiran con su presencia a la redefinición física y
perceptiva del emplazamiento, sea arquitectónico, urbano o paisaje
natural. Serra desarrolla a lo largo de su trayectoria un interés
progresivo por los procesos de recepción del espectador. Su obra se basa
en unos principios constructivos muy simples que entrañan una gran
complejidad perceptiva estimulando la dialéctica entre el sujeto, el
objeto y el contexto espacial, creando una concepción espacio-temporal
de la percepción que sitúa en el espectador el centro de sus
investigaciones y que será llevada a sus extremos en obras en el paisaje
urbano y natural. Así, las piezas de Serra proyectan espacios de
comportamiento que envuelven al espectador en una vorágine sensorial y
psicológica no exenta de evocaciones ilusionistas y metafóricas en
algunas de sus últimas obras.

Artista reservado, poco dado a la exposición mediática, resulta no obstante muy conocido para el público español, muy familiarizado con su obra, fundamentalmente porque forma parte del núcleo de la colección permanente del Museo Guggenheim de Bilbao. Su obra, por lo demás, figura en las grandes colecciones del mundo y cuenta con un lugar privilegiado en el MoMA de Nueva York, instalación de la que os mostramos un vídeo a continuación:

 

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